Rasgos Inconfundibles
De mirada penetrante, voz contundente y una presencia física que no pasa inadvertida, los escorpiones saben lo que quieren y tienen aún más claro qué es lo que no quieren, y eso se nota a la legua. Son decididos y cuando abren la boca lo hacen para decir algo que no quedará en el olvido, menos aún de la forma en que lo hacen. Caminan como si fueran los dueños del mundo, ¿y quien puede afirmar que no lo son? Imponen respeto y a veces temor, en especial en un mundo en el que "el qué dirán" es de vital importancia, por lo que nadie se explica cómo pueden permanecer tan impasibles ante el más fabuloso halago y su rostro no mueve músculo alguno ante una implacable crítica o, peor aún, ante un ofensivo insulto. Seguros de sí mismo ellos conocen mejor que tú sus defectos y virtudes, y se aman, no a pesar, sino debido a ellos.Gélidos Volcanes
Los Escorpio podrían, perfectamente, ser catalogados como gélidos volcanes. Si encuentras que el candente coloso que escupe fuego y es capaz de tener a ciudades enteras a su merced, no puede ser nunca considerado gélido, entonces comienza con tu investigación de los escorpiones y verás cómo ellos lo hacen posible. Lo que ocurre con estos nativos es que por fuera se disfrazan de una calma que los hace ver como seres de hielo, que nada los perturba y ni siquiera los afecta. Su aire de autosuficiencia puede incluso llegar a caer antipático. Sin embargo, esta es su arma de defensa para ocultar el fuego abrasador y la pasión que sienten por dentro.Estos representantes del zodiaco son la propia pasión en persona, y no sólo en el aspecto íntimo. Una vez entres en confianza con ellos, los verás acalorados ante una discusión de política, así como también hacia una gabardina nueva. Los temas relevantes son de vital importancia para ellos y defienden su posición, ya sea en religión, en valores y en partido político, con uñas y dientes. Por lo tanto, no es de extrañar que sean posesivos y celosos hasta la médula, puesto que la persona que aman, no deja de ser considerada por ellos, a nivel muy subconsciente, como un objeto que poseen y que deben preservar a su lado cueste lo que cueste.
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